martes, 6 de mayo de 2014

¿Qué puedo abandonar?

   Un discípulo que, luego de un periodo de retiro en las montañas, volvió frente a su maestro:
Lo he dejado todo, maestro- le dijo con evidente satisfacción-. Todas mis posesiones materiales y todas mis ataduras con los otros. Mis manos están vacías. Vengo a ti con el corazón en paz.
Entonces-dijo el maestro-, deshazte también de eso.
Pero, maestro, si no tengo nada, ¿qué puedo abandonar?
Magnífico-respondió el maestro-. Conserva sólo esa pregunta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario