lunes, 7 de mayo de 2012

El loro que pide libertad

   Esta es la historia de un loro muy contradictorio. Vivió años enjaulado y su propietario era un anciano al que le hacía compañia. Cierto día el anciano invitó a un amigo a tomar té. Los dos hombres pasaron al salón donde, cerca de la ventana y en su jaula, estaba el loro. Se encontraban los dos hombres tomando el té cuando el loro empezó a clamar !!libertad!!libertad!!libertad!!.
No cesaba  de pedir libertad. Durante el tiempo en que estuvo el invitado en la casa, el animal no dejó de reclamar libertad. Hasta tal punto era desgarradora su libertad. El invitado se sentió muy apenado y ni siquiera pudo terminar de tomar su taza de té. Estaba saliendo por la puerta y el loro seguía gritando !!libertad!!.
Pasaron dos días. El invitado no podía dejar de pensar con compasión en el loro. Decidió que era necesario ponerlo en libertad. Tramó un plan. Sabía cuando el anciano salía de su casa a hacer la compra. Aprovecharía esa ausencia para liberar al loro. Un día después el invitado se apostó cerca de la casa del anciano y, cuando lo vio salir, corrió y entró en el salón, donde el loro gritaba !!libertad!!. Al invitado se le partía el corazón. ¿Quién no hubiera sentido libertad por el animalillo?. Se acercó a la jaula y abrió la puerticilla. Entónces el loro, aterrado se lanzó al lado opuesto a la jaula y se aferró con su pico y uñas a los barrotes de la jaula, negandonse a abandonarla, mientras seguía gritando !!libertad!!.

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